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A MezquitaIglesia de San Martiño


Iglesia construida en el año 1712, obra del arquitecto formado en Salamanca y Monforte de Lemos, Simón de Monasterio, hijo de Juan de Herrera, autor del Escorial. Fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1931.

Posee una única nave y presenta fachada clásica, inspirada en la del Colegio del Cardenal de Monforte, con portal dórico entre columnas y pilastras que sostienen un piso. Sobre el frontón dos hermosos escudos con las armas de los marqueses de la casa de Láncara. El conjunto se finaliza con una fuerte torre campanario. En el interior hay un interesante retablo barroco articulado en tres calles y cuatro cuerpos horizontales atribuido al escultor Xosé Ferreiro. El templo consta de una nave de tres tramos finalizada en una ábside cuadrangular con presbiterio. La portada principal, inspirada en los arcos triunfales de la antigüedad, aparece enmarcada por dos contrafuertes laterales y un par de columnas entregas que sostienen un entablamento clasicista que combina, bajo un frontón triangular, tríglifos, roseta, dentículos y cornisa.

Desde el punto de vista estructural el cuerpo central de la fachada prima el eje longitudinal, marcado por la sucesión de frontón, cartela y ventana, un diseño equilibrado y solemne que sigue el esquema de la portada del Colegio del Cardenal de Monforte. El conjunto disfruta de una solemnidad y un equilibrio propios del pleno renacimiento, un estilo de gusto castellano que adopta con rigor las proporciones clasicistas. En el crucero del templo destaca una bóveda vaída casetonada y el panteón de los Cadórniga, datado a principios del s. XVII, un total de cuatro nichos dúplices de los que dos permanecen vacíos. La autoría de este proyecto, inspirado en las tumbas reales del Escorial y destinado a acoger los restos de los Cadórniga, Sarmiento y Losada, se debe también a Simón de Monasterio.

Bóveda y panteón
En el crucero del templo destaca una bóveda vaída casetonada y el panteón de los Cadórniga, datado a principios del s. XVII, un total de cuatro nichos dúplices de los que dos permanecen vacíos. La autoría de este proyecto, inspirado en las tumbas reales del Escorial y destinado a acoger los restos de los Cadórniga, Sarmiento y Losada, se debe también a Simón de Monasterio.